Los terrenos donde se encuentra la vereda eran  propiedad del señor Pacho Ceballos, constituían la gran hacienda llamada San Cristóbal, donde se concentraba varias vivienda en el sitio conocido como el alto San Agustín justo en la parte más alta de la montaña que rodea la vereda actual. La escuela de San Cristóbal se hizo realidad en 1967 gracias a la generosidad de la señora Gilma Ramírez Ramírez quién donó los terrenos para su construcción con trabajo comunitario e inversiones municipales. San Cristóbal en sus predios se presenta como un centro educativo privilegiado con la placa polideportiva y su capilla que son un orgullo para sus habitantes, ya que sirve como punto de encuentro para sus actividades deportivas, culturales y religiosas. 

Actualmente, la docente Enid Hernández Castrillón orienta los procesos educativos en  la  Básica Primaria.